Introducción
La motivación laboral juega un papel
fundamental en la productividad de las
empresas. Ésta puede tener un origen in-
trínseco, aunque no siempre ocurre así,
por lo que es necesario tomar la percep-
ción del trabajador para poder identificar
quiénes generan un propio interés y quié-
nes necesitan elementos de motivación
(Salas, Limas, Jiménez, Jaramillo, & Ba-
yardo, 2015).
Lo relevantes que, la motivación tiene
su efecto en la productividad de los traba-
jadores, a mayor motivación mayor pro-
ductividad, lo que significa que generar
motivación es generar mayor potenciali-
dad en las personas que colaboran en la
organización (Haro Herrera, 2015).
Conociendo esto se debe tener pre-
sente que el estilo de dirección de la alta
gerencia determinado por la teoría “X” y
“Y” produce un impacto conductual en la
organización por comportamientos como
un control riguroso, constante y represivo
(Teoría X), hasta un escenario de autono-
mía, libertad y confianza controlada (Teo-
ría Y), (Puente, Muñoz, & Quiñonez,
2015), (Alvarado, Romero, & García,
2014).
Marco Teórico
La Teoría X y Y
McGregor (citado por García Amparo,
2013), estudió el comportamiento del di-
rectivo y observó que éste dependía de la
visión que tenga de los trabajadores. A
partir del estudio identificó dos posturas:
En la Teoría “X”, el dirigente cree que
las personas tienen aversión al trabajo,
que lo consideran como un mal que se ha
de soportar y, como consecuencia, procu-
ran evitarlo tanto como puedan y trabajará
lo mínimo posible. Considera que no tie-
nen ambición, por lo tanto, no quieren res-
ponsabilidades. Prefieren que les man-
den, no quieren cambios y prefieren méto-
dos conocidos.
Por su parte, en la Teoría “Y”, el diri-
gente cree que las personas quieren tra-
bajar, que los estimula y les ayuda a reali-
zarse. Que tienen ambición, imaginación y
creatividad, que quieren responsabilida-
des y se sienten responsables de su tra-
bajo.
Según se participe de la teoría “X” o
“Y”, McGregor encontró que la forma de
dirigir a las personas será totalmente dife-
rente. El primer tipo de trabajador tendrá
una dirección autoritaria mientras el se-
gundo una mucho más flexible y democrá-
tica. Pero que existe también una postura
intermedia para trabajadores con compor-
tamientos intermedios(Espinoza Salas,
2013).
Ahora bien, McGregor determinó que la
teoría “X”, impacta negativamente en el
rendimiento de las organizaciones; y en
tanto la teoría “Y”, sin llegar a ser una pa-
nacea, crea un entorno idóneo más atrac-
tivo y rentable a mediano plazo (Duran-
Pich, 2010).
Es así como para McGregor se tornó
importante y deseable que los líderes po-
sean las características de la teoría “Y”
porque beneficia a la organización, y se lo-
gra un mayor rendimiento de las personas
(Contreras, Vesga, & Barbosa, 2015).
Puntualizando, ambas teorías destilan
filosofías opuestas, por un lado la tradicio-
nal, con su estilo autoritario y por el otro,
la empresarial humanista. De este modo
se presentan estilos de dirección que pue-
den clasificarse como los predominantes
(Teoría X), quienes poseen poca con-
fianza en el trabajador y al otro lado los
Revista Valor Agregado, Vol. 5, Núm. 1, 2018 (50-57) ISSN 2410-1052 (impreso)/ISSN 2413-5860 (digital)