organizacionales con los objetivos profe-
sionales, personales y sociales de sus
empleados” (Tendencias globales en ca-
pital humano, 2014).
Es así como, la confianza es un capital
social imprescindible en la mano del líder
para la consecución de resultados organi-
zacionales, “un recurso fundamental para
crear un clima laboral estable y productivo
por la sensación de seguridad que esta-
blece (Hernández &Victoria 2009). Mien-
tras que en los Mejores más de 83% de
los colaboradores manifiesta tener con-
fianza en sus líderes, en la Industria me-
nos de la mitad expresa confianza en
quienes los lideran. Hay necesidad de que
quienes dirigen en la Industria obtengan
mayor confianza de sus colaboradores.
De modo que, sobre la plataforma de
nuestro modelo donde la confianza es el
resultado de la credibilidad depositada ha-
cia los líderes por los colaboradores, el
respeto que ellos mismos se hayan ga-
nado y la imparcialidad demostrada en
sus relaciones la figura 1 muestra la im-
portancia de desarrollar prácticas de ges-
tión de personas que contribuyan al forta-
lecimiento de estos atributos de la con-
fianza.
Sin duda alguna, el ala derecha de la
gaviota en la figura 1 también dibuja una
importante diferencia respecto de los “Me-
jores”. Al igual que la confianza el resul-
tado del compañerismo es un factor crítico
con más de un tercio por debajo del pro-
medio de los Mejores (-32.25). En un con-
texto donde los colaboradores buscan la
felicidad en el trabajo (Del Castillo & Ya-
mada, 2008), un importante 43 % de per-
sonas no declara que la industria sea un
lugar de compañerismo, y los estudios nos
dicen que “el nivel de producción depende
de la integración social, pues las personas
no actúan de forma aislada sino como
miembros de un grupo, y el trabajo es una
actividad grupal, donde el comporta-
miento está condicionado por normas o
estándares sociales” (Ramos, et al., 2007.
las cursivas son nuestras). Los teóricos
han señalado qué si la organización fo-
menta la relación de compañerismo y “ca-
maradería, el bienestar de los empleados
aumenta” (Barranco, 2016. p.9). McCle-
lland como Maslow se refieren a esta rela-
ción (Gerais, 2010) como la necesidad hu-
mana de afiliación “el deseo de experi-
mentar relaciones interpersonales cálidas
y amigables” (Barranco, 2016. p.9). “Ser
parte de una comunidad amiga que se
preocupa por uno aumenta el compromiso
afectivo con la organización y el disfrute
de las tareas. El compromiso afectivo ha
demostrado estar fuertemente relacio-
nado con la asistencia y el rendimiento en
la organización” (Otter, 2010).
Además, en el modelo Great Place to
Work el compañerismo o camaradería es
el resultado de la práctica de la fraternidad
entendida ésta como la experiencia de ser
aceptado como soy y la preocupación
existente entre unos y otros; la práctica de
la hospitalidad: en el sentido de si el lugar
físico muestra que piensan en mí y las
personas te hacen sentir como en casa;
así como la experiencia de sentirse parte
de un equipo, en el que siente que colabo-
ran con uno. Siendo así la lectura de la fi-
gura 1 estaría mostrando la necesidad de
fortalecer prácticas de fraternidad, hospi-
talidad y sentido de equipo en la Industria.
Es preciso acotar que, las más exitosas
organizaciones actualmente consiguen
retención y compromiso del talento por es-
tar “enfocadas en ser una marca de la cual
los empleados pueden estar orgullosos”
(Tendencias globales en capital humano,
2014), propietarias de un propósito inspi-
rador que se traduzca en la razón de estar
allí (Sirota, et al. 2006). Cerca de 1,2 mi-
llones de empleados de las 52 principales